Las bujías son unas piezas alargadas que se encuentran en el interior de los cilindros del motor, y tienen como misión generar una chispa eléctrica que produce una explosión en un motor de combustión cuando se mezclan el combustible y el aire.
La bujía nos sirve como comprobante de cómo se encuentra la cámara de combustión, es decir, es el chivato de lo que le puede suceder al motor.
Revisa los diferentes estados de las bujías y su significado:
- Bujía negra: hay una mala combustión y se produce un exceso de hollín en la punta de la bujía, zona donde se genera la chispa. Aquí puede haber un problema en la riqueza de la mezcla (se inyecta más combustible de la cuenta).
- Bujía con aceite: si hay una fuga de aceite del motor, no sólo saldrá un humo azul del escape. La punta de la bujía tendrá un exceso de aceite y no producirá bien la chispa.
- Bujía con agua: puede haber una fuga del refrigerante que puede entrar por los segmentos de los cilindros y afectar directamente a la creación de la chispa.
- Bujía con desgaste: este elemento está formado por materiales como el vidrio y el hierro, que son bastante duraderos. Sin embargo, las bujías también tienen otra pieza más delicada, como es el electrodo, que es lo que más se desgasta. Es la pieza que está en contacto directo con la cámara de combustión y la que tiene que soportar las altas temperaturas del motor.
- Bujía de color crema: al contrario que los anteriores casos, si todo funciona correctamente, la bujía debe tener un color próximo al marrón o al color crema.
Las bujías tienen una vida limitada, pero su vida puede variar desde los apenas 20.000 km o 30.000 km de las viejas bujías con núcleo de cobre a los 120.000 km o 160.000 km de las modernas bujías con núcleos de platino o iridio.
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